La Estrella Polar (Polaris) es sobradamente conocida por todos. No es la más brillante del cielo, ni mucho menos, pero al ser de segunda magnitud y estar situada estratégicamente a menos de 1º del polo Norte, sirve de guía a marineros y excursionistas nocturnos.
Por Manuel Jiménez Cepero
Todos sabemos localizarla en cielo sin problemas. Y cada vez que vamos a hacer una observación la primera que enfocamos con el telescopio es ella. Pero quizás muchos no sepan que la estrella polar no es una estrella simple, tiene una compañera a la cómoda distancia para cualquier telescopio de 18 segundos de arco. ¿No os habéis fijado? Es natural.
La gran diferencia de brillo entre la principal de 2ª magnitud y la compañera de 8ª magnitud hace que, aunque la distancia sea cómoda para resolverla, la mayor eclipsa a la débil y hace falta algo de entrenamiento y experiencia para verla. Pero ahí no acaban las sorpresas. Resulta que hay una tercera componente, pero más débil y mucho más cerca imposible de resolver ópticamente. Solo el telescopio espacial Hubble ha podido osbservarla de forma óptica.