Es un clásico de todos los años por estas fechas mirar el cielo a la espera de una Perseida. En esta ocasión la calima ha sido la protagonista y el cielo, tan poco transparente por el polvo del desierto, no nos ha dejado ver todas las que esperábamos. Alguna sí que la consiguieron captar nuestros astrofotógrafos y los participantes más atentos y pacientes.
Pero con pocas o muchas Perseidas, disfrutar del cielo nocturno en el verano siempre se agradece. Con una participación muchos más limitada que otros años, todos sabéis el motivo, alrededor de 100 personas cada día, hemos estado en este paraje de la sierra Norte sevillana los días 11 y 12 coincidiendo con el máximo de meteoros.
El primer día con Camas y el segundo con Tomares.
A falta de Perseidas, la Luna, siempre hermosa de ver con los telescopios, y los planetas Jupiter y Saturno justificaron la noche. El próximo verano volveremos, seguro que nos acompañaréis.
