Cuando se está en el lugar adecuado y en el momento exacto, la urbe y el Cosmos se unen para ofrecerte un espectáculo de luz y color asombroso. El pasado 3 de septiembre, desde el cerro del Carambolo, algunos compañeros pudimos contemplar un romance entre la Luna y la Giralda.
Texto e imágenes: Manuel Jiménez Cepero